Los errores no tienen que ser permanentes
Algunas personas investigan más a su primer tatuador que la universidad en la que quieren estudiar o qué coche deberían de comprar. Hacerte un mal tatuaje es una forma muy fácil de que la gente crea que eres un idiota. Esto no sólo implica que encuentres un buen diseño, sino que también quién te lo haga no te deje algo que parezca que un niño de 5 años te dibujó algo sobre la piel.
Pero si ya es demasiado tarde para ti, recuerda que aunque los tatuajes sean permanentes, no significa que tienes que vivir con tu error el resto de tu vida. Aquí hay unos ejemplos de malos tatuajes que requirieron de un pequeño y rápido arreglo.